23/6/17

Por siempre Máximo                                                                    

 

 

 

El 15 de junio nos ha dejado el poeta, periodista y profesor argentino Máximo Simpson.  Fue largamente premiado.  Pero más que nada, fue un amigo entrañable.  Había nacido en 1929.  Le tocó padecer la tragedia del exilio.  No hay homenaje más acertado que recordarlo, en sus propias palabras, a través de este emblemático poema:


TO BE OR NOT TO BE

Yo quise ser un rojo violín desorbitado
un ex abrupto eterno,
un jardín de magnolias o una tromba,
y sólo soy ahora profesor de nostalgias,
edecán del otoño pesaroso.

Yo quise ser el mar,
o tal vez quise ser lo que no quise,
un triángulo isósceles o un trueno,
o una momia egipcia
con su paz infinita, imperturbable.

Eso quise tal vez en mi constancia,
en mi apuro, en mi afán, en mi zozobra,
quise ser el revés, la mano izquierda,
el costado de mí, mi renegado,
y sólo soy mi , mi pobre mí,
un pronombre ya exhausto,
un posesivo huérfano, un despojado .

Eso quise tal vez,
y sólo soy ahora mi vecino,
apenas mi perfil, mi suroeste,
mi terco lateral:
estoy en la adyacencia limítrofe de mí,
y siento desazón, me extraño mucho.

                                                      Máximo Simpson



Fuente: El Escribidor - Argentina
http://elescribidor.blogspot.com.ar/2017/06/por-siempre-maximo.html

5/6/17

8 señales de que has escrito un buen poema                                 

Escribir poesía exige una gran delicadeza, capacidad de síntesis y el manejo de técnicas y recursos diferentes a los de la prosa.   Es cierto que la poesía es un género muy personal, casi íntimo, pero hay algunas señales que indican que un poema es sólido.
Hoy te brindamos ocho claves que reúnen los buenos poemas. Repasa el tuyo y busca estas señales, porque serán signo de que lo has hecho bien.

1. Has abordado un buen tema

La poesía apresa ideas y momentos únicos, capaces de trasmitir grandes verdades. Un buen poema es el que logra esos objetivos. Eso no significa que debas abordar siempre temas graves o trascendentes como el amor, la muerte, la guerra o la pobreza. Incluso los pequeños momentos, como un amanecer o un instante de calma en un parque, pueden encerrar grandes dosis de verdad sobre el ser humano y el mundo en que vivimos (un buen ejemplo de esto son los haikus).
Asegúrate de que en tu poema has ahondado sin miedo y hasta lo más profundo en el tema que hayas elegido.

2. Has elegido la mejor forma de trasmitir tus ideas

Como poeta tienes un montón de recursos disponibles para trasmitir tus ideas.
Puedes usar la rima o no. Puedes trabajar el ritmo para que refuerce el sentido del poema, apoyando aquellas partes o versos fundamentales. Puedes jugar con la imagen que crea el poema en la página, variando la extensión de los versos. Tienes infinidad de figuras retóricas que te ayudarán a crear imágenes en la mente del lector.
La mejor manera de saber si has elegido el modo más eficaz de trasmitir tus ideas es conocer todas las posibilidades a tu alcance y después practicar con ellas. Muchos poetas noveles huyen de la rima o bien la emplean de manera muy sencilla; además tampoco conocen todos los recursos a su disposición ni cuando deben emplearlos.

3. Has elegido las palabras adecuadas

Escribir un buen poema exige un excelente vocabulario además de un extraordinario dominio de la sintaxis.
La imprecisión, el no haber dado con la palabra adecuada convertirán tu poema en un simple balbuceo.
Cada palabra que emplees tiene que ser como un martillo que remache en el cerebro del lector una idea.
Asegúrate por tanto de que has elegido la palabra perfecta, la palabra exacta.

4. Has utilizando imágenes expresivas

Un buen poema es el fruto del esfuerzo del autor para darle sentido al mundo.
A menudo, las ideas que no se pueden expresar en prosa a veces pueden ser expresadas a través de imágenes potentes.
Un buen poema utiliza imágenes claras, memorables y concretas para representar en la imaginación del lector la idea exacta que busca comunicar.
Repasa las metáforas y símiles que has usado en tu poema para comprobar que son las adecuadas. Mucho ojo con los clichés.

5. Has eliminado todo lo no esencial

En un buen poema, como en un buen relato o en una buena novela, no debe haber relleno.
Al escribirlo tienes que centrarte en la idea-eje y ceñirte a ella. No te enredes en ideas secundarias porque acabarán por desvirtuar aquello que quieres trasmitir.
Por ello comprueba que cada palabra, cada verso y cada signo de puntuación refuerzan el sentido del poema y que no has caído en la tentación de incluir relleno que no aporta nada.

6. No has sido deliberadamente oscuro

Es cierto que la poesía sugiere, alude e insinúa.
Así que no es necesario que un poema desarrolle blanco sobre negro la idea sobre la que gira, como si se tratara de un ensayo.
Pero a veces, con el pretexto de invitar al lector a que complete el texto, puedes caer en una oscuridad excesiva que lo que consiga es dejar a tu lector fuera.
Algunos poetas creen que ser crípticos y esconder bajo metáforas enrevesadas el sentido de su poema les hace mejores. No es así.

7. El lector tiene una fuerte reacción emocional

Un buen poema es aquel que, después de leído, genera una fuerte reacción emocional en el lector.
Si al acabar de leer tu poema el lector siente deseos de reír, de llorar, de llamar a su madre (porque tu poema trata sobre los desvelos de la maternidad)… habrás logrado tu objetivo.
Si la reacción a tu poema es algo menos visceral, como algo del tipo «Un buen poema» o «Qué poema tan bonito», no habrás logrado lo que buscabas.

8. El lector tiene una fuerte reacción intelectual

Algunos poemas no tienen necesariamente la intención de provocar una reacción emocional fuerte e inmediata.
En su lugar, estos poemas siguen mentalmente a los lectores durante semanas. Persisten en su memoria revelando de manera paulatina su significado y exhibiendo nuevos matices con el transcurso del tiempo.
Tal vez tu poema no ha causado un efecto inmediato en el instante de ser leído, pero el mensaje subyacente permanece y acaba por revelarse.
Hay una cosa que debes tener clara: cada lector tiene sus propias expectativas de un poema.
Por eso ciertamente no existen reglas exactas sobre cómo escribir un buen poema.
Si lees poesía con regularidad, si estudias con diligencia y con pasión, y si aplicas lo que aprendes a cada una de tus creaciones, entonces hay una gran probabilidad de que estés escribiendo buenos poemas.


Fuente: https://www.sinjania.com/buen-poema/ 
Asturias, España