12/10/23

Los once principios de la propaganda - Josef Goebbels

(Para comprender de qué manera se opera hoy mismo para manipular a millones y millones de personas.)


Los once principios de la propaganda según Josef Goebbels:
1.- Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.
2.- Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
3.- Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.
4.- Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
5.- Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.
6.- Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.
7.- Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
8.- Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
9.- Principio de la silenciación. Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
10.- Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
11.- Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad.

25/4/23

 García Márquez, Isabel Allende, Borges y Mario Vargas Llosa, los más traducidos en el mundo del siglo XXI




El Mapa Mundial de Traducción registra a seis latinoamericanos entre los escritores en español con ediciones en más idiomas de los últimos veinte años; dicho Mapa se presentó el 29 de marzo en el Congreso de la Lengua.
En la copa internacional de las traducciones, América Latina le gana 6 a 4 a España. Según el Mapa Mundial de la Traducción elaborado por el Instituto Cervantes en colaboración con la Dirección General del Libro y Fomento de la Lectura de España, seis escritores latinoamericanos figuran entre los más traducidos del español a otros idiomas en el periodo que va del año 2000 a 2021. En los cuatro primeros puestos aparecen el colombiano Gabriel García Márquez, la chilena Isabel Allende, el argentino Jorge Luis Borges y el peruano Mario Vargas Llosa. En quinto lugar, le sigue el escritor en lengua española por antonomasia: Miguel de Cervantes, autor de Don Quijote de la Mancha. Otros dos autores españoles contemporáneos, Carlos Ruiz Zafón y Arturo Pérez-Reverte, ocupan el sexto y el séptimo lugar, respectivamente, seguidos por dos chilenos: Luis Sepúlveda y Roberto Bolaño. Cierra el top ten de la traducción el español Javier Marías.
Entre las obras más traducidas figuran, además del Quijote, Cien años de soledad, El amor en los tiempos del cólera y El otoño del patriarca, de García Márquez; Camino, de Josemaría Escrivá de Balaguer Santo; el genial Oráculo manual y arte de la prudencia, de Baltasar Gracián; La sombra del viento, de Ruiz Zafón; Cuentos de Eva Luna, de Allende; Ficciones, de Borges, y La tía Julia y el escribidor, de Vargas Llosa. También aparecen Platero y yo, de Juan Ramón Jiménez; Pasajes de la Guerra Revolucionaria, de Ernesto “Che” Guevara, y Como agua para chocolate, de Laura Esquivel.
Esta información, además de identificar tendencias y déficits, permitirá que el Instituto Cervantes y otros organismos nacionales (como el Programa Sur de la Cancillería argentina) puedan desarrollar políticas con el fin de internacionalizar la literatura en lengua española. El hecho de que cuatro de los diez autores más traducidos sean españoles, y otros tres chilenos, abre interrogantes sobre la eficacia de las políticas del libro en la Argentina.

Fuente: Daniel Gigena - La Nación (Argentina)