Tolkien. Consejos para escritores
por Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz
Donostia-San Sebastián-España
John Ronald Reuel Tolkien nació en Orange (Sudáfrica) en 1982 y murió en Bournemouth (Reino Unido) en 1973, a la edad de 81 años. A los tres años, por motivos de salud, se trasladó a Inglaterra con su madre y lo que iba a ser una visita temporal, se convirtió en definitiva, ya que su padre murió al poco tiempo y dejó a la familia sin recursos económicos.
Desde niño, mostró afición por el
aprendizaje de los idiomas. Pronto sus profesores descubrieron su pasión
por la filología y lo alentaron a inventar lenguas nuevas. En la
universidad, se especializó en filología griega y nórdico antiguo. En
1920 fue contratado por la Universidad de Leeds como profesor de inglés.
De 1925 a 1945, ocupó la cátedra Rawlinson y Bosworth en la Universidad
de Oxford, donde impartió anglosajón y, de 1945 a 1959, fue profesor de
Lengua y Literatura inglesa en Merton.
Pero Tolkien es conocido como escritor,
por ser el autor ─entre otros─ de El Hobbit y, sobre todo, de El Señor
de los Anillos, novela de fantasía épica dividida en tres volúmenes y
publicada entre 1954 y 1955. La obra se hizo muy popular al poco de su
publicación y los británicos dicen que es el mejor libro escrito en el siglo XX. Tolkien está considerado como el padre de la literatura de alta fantasía.
A lo largo de su vida, Tolkien escribió
una larga colección de cartas a editores, amigos y lectores que, a su
muerte, fueron seleccionadas por su biógrafo oficial, Humphrey
Carpenter, con la colaboración de su hijo Christopher Tolkien, y
publicadas por el propio Carpenter bajo el título The letters of J.R.R. Tolkien. Son 354 cartas fechadas entre 1914 y 1973, cuatro días antes de su muerte, que se pueden leer aquí en inglés. También existe una versión del libro en castellano publicado en 1993 por Editorial Minotauro.
Las cartas versan sobre muy diversos
contenidos: las dos espantosas guerras que tuvo que vivir (en la I
Guerra Mundial participó en la batalla del Somme y perdió a varios
amigos), su fascinación por las lenguas y el lenguaje, su relación con
alumnos y colegas y otras muchas cosas más.
Pero también hay un extenso repertorio
de opiniones acerca de la literatura, así como una descripción de las
penurias y alegrías que él padeció en el proceso creativo de su obra. Se
han hecho muchos compendios de las mejores recomendaciones de Tolkien
para ser un buen escritor. Una de ellas es “Siete consejos de Tolkien para ser un buen escritor”, publicada en el blog de Infobae el 5 septiembre de 2015. Las diez que presentamos a continuación han sido traducidas de una infografía en inglés publicada en agosto de 2014.
1.- La vanidad es inútil
“Ciertamente espero dejar mi obra
corregida y en su forma definitiva, como para tirarla al cesto der los
papeles. A fin de cuentas, todos los libros van a parar allí”.
2.- Mantén firme el labio superior (escribe incluso en la adversidad)
A pesar de sus problemas personales ─la
enfermedad, el exceso de trabajo o la preocupación por su hijo
Christopher, alistado en la Royal Navy─, se dedicó de lleno a la
escritura. Tuvo que compaginar su trabajo diario con su deseo de
escribir historias épicas, como las contenidas en “Tierra Media”. Pero
siempre encontraba tiempo, aunque tardó 7 años en escribir “El Hobbit”.
3.- Escucha a los críticos
Tolkien escribe a su editor acerca de
los comentarios hechos por C.S. Lewis sobre El Señor de los Anillos.
“Cuando me dijo que podía hacerlo mejor, mucho mejor, yo le respondí que
lo iba a intentar. Me senté y escribí el capítulo una y otra vez. Se
trataba de la escena del enfrentamiento entre Gandalf y su rival, el
mago Saruman, en la ciudad devastada de Isengard, la escena que a mí me
parece la mejor del libro”.
4.- Deja que la pasión conduzca tu escritura
La afición de Tolkien eran los idiomas.
Le encantaba crear el suyo propio basado en los lenguajes antiguos. Esa
obsesión le sirvió para concebir culturas completas inspiradas en esos
idiomas y luego narró historias acerca de ellos, que se convirtieron en
leyenda. Si escribes algo que no sientes de verdad, solo expondrás algo
frívolo y sin vida.
5.- La poesía como vehículo hacia la prosa
Cuando Tolkien no podía expresar sus
pensamientos en prosa intentaba hacerlo en verso. La primera versión de
la canción de Strider relativa a Luthien apareció por primera vez en la
Universidad de Leeds, pero el cuento entero esbozado por Aragorn fue
escrito como un poema de gran longitud. Si tratas de expresar tus
pensamientos en forma de verso, conseguirás que tu cerebro piense
profundamente sobre la redacción, la estructura y los recursos
literarios.
6.- Accidente feliz
“El Hobbit vio la luz y mi relación con
A&U empezó por accidente”. A veces los accidentes ocurren, y a veces
esos accidentes consiguen que un escritor conozca a un editor o le
sirven para crear una novela. Tolkien inventó mundos enteros y luego
utilizó lo que sabía de mitos y leyendas para contar historias icónicas,
historias arquetípicas fundamentadas en esos lugares mágicos. A pesar
de que él lo planificaba todo meticulosamente, tenía la suerte de que le
sucedieran accidentes felices. Un accidente puede ser a veces
milagroso.
7.- Los sueños inspiran
“Una noche tuve un sueño horrible con
una ola descomunal que procedía del mar en calma y se adentraba en la
tierra verde… cuando me desperté, estaba exhausto, balbuceando en la
profundidad de las aguas. Más tarde, solía dibujar la escena y escribir
malos poemas con ese tema”. Tolkien aprovechó este sueño para describir
esa sensación de ahogarse, en la conquista de la Tierra Media. También
lo utilizó en otras ocasiones: el ahogamiento de Isengard, la Ciénaga de
los Muertos y el casi ahogamiento de Sam Gamyi al seguir Frodo.
8.- Personas de la vida real para crear tus personajes
Tolkien extrajo de la vida real gente
para poblar el maravilloso mundo de la Tierra Media. Mira a tu
alrededor. Muchas de las personas que tú conoces pueden ser personajes
apropiados para tu novela. Es divertido imaginarlos como héroes o en una
situación de peligro creada por ti.
9.- Tú puedes ser el próximo autor de un bestseller
Tolkien fue sorprendido por el éxito de
su primer libro y también de los siguientes. Sentía, literalmente, que
su condición de autor más vendido había sido un completo accidente. Eso
da una esperanza a todos los escritores, pero sabed que no logró esa
categoría sin seguir muchos de los consejos que aparecen en este
artículo.
10.- No importa si tu libro te parece vulgar. Ya mejorarás
“Ahora descubro que El Señor de los
Anillos tiene partes buenas”. Esto quiere decir que, al leer sus libros
años después de escribirlos, su experiencia le dijo que, en ese momento,
era un escritor mucho mejor que cuando publicó Hobbit. Es posible que tú sientas lo mismo cuando vuelvas a leer libros que escribiste cuando eras joven.
serescritor
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