LA PIANISTA Y EL CAPITÁN DE NAVÍO
Por Reynaldo García Blanco

Otilio
Carvajal pretende unir a estos personajes de verdad en una historia ficticia
que comienza en Santiago de Cuba en enero de 1863, pasando por la Academia Teresiana
y el Conservatorio Raffols, y termina a bordo del yate real Giralda, anclado en el puerto de
Gijón, España. Acá le tengo programas de conciertos, fotos, cartas originales
y otras minucias epocales que espero le sirvan para continuar dando cuerpo a su
manuscrito que ya va por unas cuantas páginas.
Ñola
Sahig por sí misma merece una novela. Nació hacia 1925. Tuvo su primera
presentación de carácter profesional en la Sociedad de Música de Cámara de La Habana. Corría el
año 1947. Comenzó sus estudios en dos ciudades del interior del país: Ciego de
Ávila y Camagüey. Con ansias de mundo llegó a La Habana y se le puede
encontrar en el mítico Conservatorio Orbón. Luego sería los Estados Unidos
tanto en el Curlis Institute de Filadelfia o la Julliard School of
Music de Nueva York donde perfeccionó sus estudios de piano, música de cámara,
armonía y composición. Dicen, los que la conocieron personalmente, que tenía un
ardor mágico. Tal vez su descendencia de árabes y libaneses ayudaba a esa
energía. En septiembre de 1988 fallecía esta mujer que estuvo en Santiago de
Cuba por tres ocasiones y que ahora comienza a ser tema en una novela.
Cuando en
1914 moría Domingo Montes y Regüeiferos, su entierro fue presidido por el rey
don Alfonso XIII. Un santiaguero que a la par de una novela merece una
biografía. Ayudante personal del príncipe de Mónaco. Estudió la carrera militar
y pasó buena parte de su vida en el mar. Así lo testifican sus cartas y
mensajes fechados en Santander, Islas Filipinas, Cádiz, Port-Saidz, Ismalia,
Suez, Adem, Punta de Gales, Singapur, Manila. Sitios donde hizo escala, tuvo
amores, besó y volvió a tomar el barco, como en el poema de Pablo Neruda. Se
cuenta que al comenzar el bloqueo a Cuba por la Armada americana, Montes y
Regüeiferos combatió contra el torpedero Winston.
A propósito de ese combate ganó la placa de 1ra. Clase de la orden de María
Cristina. Casado con doña María del Carmen Castañeda, este santiaguero
olvidado, al morir dejaba dos hijos y en su pecho once condecoraciones donde no
faltaba la de Legión de Honor.
Otilio Carvajal Marrero también es una novela. Por un buen
tiempo vivió en un estadio de béisbol. En Caracas fue confundido con un malandro
que el día anterior había asaltado un supermercado. Tres días después, el
malandro de marras lo sacó bajo fianza de la penitenciaría municipal. Este
trotamundos nació en Chambas, Ciego de Ávila el 13 de agosto de 1968.
Ya decía que es Poeta, dramaturgo y narrador, ha obtenido varios premios
nacionales y provinciales, tanto en teatro como en poesía. Ha publicado los
poemarios, Thanks givins day
(Premio América Bovia) en ediciones Vigía, 1998;
y El libro del profanador (Premio de la Ciudad de Santa Clara, 1999)
editado por Editorial Capiro; Oda al
pan, Los navíos se alejan, Prohibido soñar en esta casa,
entre otros que atesoro como joyas en mi biblioteca personal.
Ñola
Sahig y Domingo Montes y Regüeiferos no coincidieron en espacio y tiempo. Pero
vivieron, respiraron y sintieron geografías similares. En mis manos programas
de conciertos, unas fotos tomadas en Bulgaria, dos cartas manuscritas fechadas
a bordo del crucero Alfonso XIII y otras menudencias marcadas por el tiempo, los
viajes y la permanencia.
Otilio
Carvajal se sumerge en la historia y comienza a dar vida a una pianista llamada
Ñola Sahig y a un capitán de navío que respondía al nombre de Domingo Montes y
Regüeiferos. Dios le guarde en esta aventura.
- La Idea del Lunes/ 27 de enero de 2014 - Santiago de Cuba, Cuba
- E-mail: regabla@cultstgo.cult.cu
- E-mail: regabla@cultstgo.cult.cu
No hay comentarios:
Publicar un comentario