19/6/19

Tolkien. Consejos para escritores                        


por Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz
Donostia-San Sebastián-España


John Ronald Reuel Tolkien nació en Orange (Sudáfrica) en 1982 y murió en Bournemouth (Reino Unido) en 1973, a la edad de 81 años. A los tres años, por motivos de salud, se trasladó a Inglaterra con su madre y lo que iba a ser una visita temporal, se convirtió en definitiva, ya que su padre murió al poco tiempo y dejó a la familia sin recursos económicos.
Desde niño, mostró afición por el aprendizaje de los idiomas. Pronto sus profesores descubrieron su pasión por la filología y lo alentaron a inventar lenguas nuevas. En la universidad, se especializó en filología griega y nórdico antiguo. En 1920 fue contratado por la Universidad de Leeds como profesor de inglés. De 1925 a 1945, ocupó la cátedra Rawlinson y Bosworth en la Universidad de Oxford, donde impartió anglosajón y, de 1945 a 1959, fue profesor de Lengua y Literatura inglesa en Merton.
Pero Tolkien es conocido como escritor, por ser el autor ─entre otros─ de El Hobbit y, sobre todo, de El Señor de los Anillos, novela de fantasía épica dividida en tres volúmenes y publicada entre 1954 y 1955. La obra se hizo muy popular al poco de su publicación y los británicos dicen que es el mejor libro escrito en el siglo XX. Tolkien está considerado como el padre de la literatura de alta fantasía.
A lo largo de su vida, Tolkien escribió una larga colección de cartas a editores, amigos y lectores que, a su muerte, fueron seleccionadas por su biógrafo oficial, Humphrey Carpenter, con la colaboración de su hijo Christopher Tolkien, y publicadas por el propio Carpenter bajo el título The letters of J.R.R. Tolkien. Son 354 cartas fechadas entre 1914 y 1973, cuatro días antes de su muerte, que se pueden leer aquí en inglés. También existe una versión del libro en castellano publicado en 1993 por Editorial Minotauro.
Las cartas versan sobre muy diversos contenidos: las dos espantosas guerras que tuvo que vivir (en la I Guerra Mundial participó en la batalla del Somme y perdió a varios amigos), su fascinación por las lenguas y el lenguaje, su relación con alumnos y colegas y otras muchas cosas más.
Pero también hay un extenso repertorio de opiniones acerca de la literatura, así como una descripción de las penurias y alegrías que él padeció en el proceso creativo de su obra. Se han hecho muchos compendios de las mejores recomendaciones de Tolkien para ser un buen escritor. Una de ellas es “Siete consejos de Tolkien para ser un buen escritor”, publicada en el blog de Infobae el 5 septiembre de  2015. Las diez que presentamos a continuación han sido traducidas de una infografía en inglés publicada en agosto de 2014.

1.- La vanidad es inútil
“Ciertamente espero dejar mi obra corregida y en su forma definitiva, como para tirarla al cesto der los papeles. A fin de cuentas, todos los libros van a parar allí”.
2.- Mantén firme el labio superior (escribe incluso en la adversidad)
A pesar de sus problemas personales ─la enfermedad, el exceso de trabajo o la preocupación por su hijo Christopher, alistado en la Royal Navy─, se dedicó de lleno a la escritura. Tuvo que compaginar su trabajo diario con su deseo de escribir historias épicas, como las contenidas en “Tierra Media”. Pero siempre encontraba tiempo, aunque tardó 7 años en escribir “El Hobbit”.
3.- Escucha a los críticos
Tolkien escribe a su editor acerca de los comentarios hechos por C.S. Lewis sobre El Señor de los Anillos. “Cuando me dijo que podía hacerlo mejor, mucho mejor, yo le respondí que lo iba a intentar. Me senté y escribí el capítulo una y otra vez. Se trataba de la escena del enfrentamiento entre Gandalf y su rival, el mago Saruman, en la ciudad devastada de Isengard, la escena que a mí me parece la mejor del libro”.
4.- Deja que la pasión conduzca tu escritura
La afición de Tolkien eran los idiomas. Le encantaba crear el suyo propio basado en los lenguajes antiguos. Esa obsesión le sirvió para concebir culturas completas inspiradas en esos idiomas y luego narró historias acerca de ellos, que se convirtieron en leyenda. Si escribes algo que no sientes de verdad, solo expondrás algo frívolo y sin vida.
5.- La poesía como vehículo hacia la prosa
Cuando Tolkien no podía expresar sus pensamientos en prosa intentaba hacerlo en verso. La primera versión de la canción de Strider relativa a Luthien apareció por primera vez en la Universidad de Leeds, pero el cuento entero esbozado por Aragorn fue escrito como un poema de gran longitud. Si tratas de expresar tus pensamientos en forma de verso, conseguirás que tu cerebro piense profundamente sobre la redacción, la estructura y los recursos literarios.
6.- Accidente feliz
“El Hobbit vio la luz y mi relación con A&U empezó por accidente”. A veces los accidentes ocurren, y a veces esos accidentes consiguen que un escritor conozca a un editor o le sirven para crear una novela. Tolkien inventó mundos enteros y luego utilizó lo que sabía de mitos y leyendas para contar historias icónicas, historias arquetípicas fundamentadas en esos lugares mágicos. A pesar de que él lo planificaba todo meticulosamente, tenía la suerte de que le sucedieran accidentes felices. Un accidente puede ser a veces milagroso.
7.- Los sueños inspiran
“Una noche tuve un sueño horrible con una ola descomunal que procedía del mar en calma y se adentraba en la tierra verde… cuando me desperté, estaba exhausto, balbuceando en la profundidad de las aguas. Más tarde, solía dibujar la escena y escribir malos poemas con ese tema”. Tolkien aprovechó este sueño para describir esa sensación de ahogarse, en la conquista de la Tierra Media. También lo utilizó en otras ocasiones: el ahogamiento de Isengard, la Ciénaga de los Muertos y el casi ahogamiento de Sam Gamyi al seguir Frodo.
8.- Personas de la vida real para crear tus personajes
Tolkien extrajo de la vida real gente para poblar el maravilloso mundo de la Tierra Media. Mira a tu alrededor. Muchas de las personas que tú conoces pueden ser personajes apropiados para tu novela. Es divertido imaginarlos como héroes o en una situación de peligro creada por ti.
9.- Tú puedes ser el próximo autor de un bestseller
Tolkien fue sorprendido por el éxito de su primer libro y también de los siguientes. Sentía, literalmente, que su condición de autor más vendido había sido un completo accidente. Eso da una esperanza a todos los escritores, pero sabed que no logró esa categoría sin seguir muchos de los consejos que aparecen en este artículo.
10.- No importa si tu libro te parece vulgar. Ya mejorarás
 “Ahora descubro que El Señor de los Anillos tiene partes buenas”. Esto quiere decir que, al leer sus libros años después de escribirlos, su experiencia le dijo que, en ese momento, era un escritor mucho mejor que cuando publicó Hobbit. Es posible que tú sientas lo mismo cuando vuelvas a leer libros que escribiste cuando eras joven.

serescritor
  

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